Te irás a estudiar a Córdoba,
segurísima de la carrera a seguir. Lo decidirás a los catorce, al conocer el
novio de tu hermana. Te quedarás maravillada con sus dibujos y su letra de
molde. Soñarás con lo mismo para tu futuro.
Estudiarás arquitectura en la nacional.
Caerás a la facultad en mayo,
totalmente perdida y entusiasmada, te enterarás que ese año anduvieron de paro
y gracias a eso podrás cursar dos materias de primer año que todavía no
comenzaron.
Te esforzarás mucho, te costará.
Renegarás.
Te querrás morir de bronca cuando los
profes rompan y desprecien tu trabajo. Te irás dando cuenta que haber sido la
mejor alumna en el secundario no te servirá de mucho.
Entregarás el trabajo final de
Arquitectura I de primer año en noviembre y esperarás buenos resultados. Te
sentirás la peor cuando la profesora te llame para decirte que está todo mal,
que no se arregla con corregir algunas cosas. Deberás hacer todo de nuevo y
volver directamente en marzo. No te dejarán libre sólo porque no faltaste nunca
y entregaste todos los trabajos.
Volverás a tu casa caminando por Nueva
Córdoba con las lágrimas por el piso. Irás a la telefónica de la calle Brasil a
llamar por operadora a tu mamá. Lloraras por teléfono, le dirás que querés
dejar, que la cosa no va. Escucharás como tu madre te alecciona sobre cómo es
la cuestión en la facultad, dudarás.
Le contarás a tu marido y volverás a
llorar. Te escuchará y no te prestará mucha atención. Aprenderás para siempre
que con él no te podrás hacer la víctima.
Te prepararás en el verano y muy a tu
pesar tendrás que pedir ayuda. Llegará marzo. Otra vez te retarán, te harán
sentir la nada misma, te pondrán un seis de lástima y te sentirás la persona más
mediocre del mundo. Odiarás la mediocridad, eso sí que no lo podrás soportar.
Levantarás cabeza y comenzarás un nuevo
año lectivo. La carrera te dará muchos años para repuntar. Admirarás a esa
profesora y terminarán siendo casi amigas.
Empezarás a hacerte cargo de tu propia
vida. Dejarás de ser adolescente.
Terminarás
siete años después, feliz y enamorada de
la arquitectura.
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